Las flores alegran mi ambiente, mi espacio y mi vida. Hablan por sí solas. Constituyen ejemplos magníficos de la belleza natural, al igual que las montañas, los ríos, las puestas de sol, y el mar. Sin embargo, muchas veces pasan desapercibidas. No son todas las mujeres, las que caen desmayadas al recibir un ramo de rosas rojas o un arreglo floral, eso debo admitirlo.
Para mí el valor de una flor, se encuentra principalmente en el trabajo (siembra, riego, podas, fertilizantes, etc), amor y cuido que requieren antes de ser cosechadas (cortadas y empacadas). Nada se compara con una flor natural. Odio las imitaciones (ya sean de papel, plático o tela). Puede ser que debido a todo esto, los arreglos florales como obsequio, sean opción para pocos, por su alto precio.
Por otro lado, el valor sentimental de las flores, depende de quien las obsequia o participa en el proceso de su siembra y cosecha. En esta época del año, ya podemos ver muchas flores; la disfruto como no tienen idea!
Las fotografías que comparto (búcaros y san carlos), son del jardín de mi padre, quien a pesar de haber fallecido hace 11 meses, nos sigue dando frutos de amor, a través de sus flores.
Comentarios
Bien haces en quererlas desde el pétalo hasta la raíz. Vivas. Espero que sigas manteniendo en pie ese colorido jardín.
Saludos.
Así siento yo, en clave de azahar.
http://enclavedeazahar.blogspot.com