Hoy más que nunca, creo en la teoría de la relatividad. Estuve de vacaciones la semana pasada, y el tiempo se me fue volando...parece mentira que hace poquito estaba votando, y ya hoy he regresado a la oficina. Generalmente salgo de la ciudad a desintoxicarme de tanta contaminación, la cual es común en las ciudades grandes y bulliciosas, sin embargo, esta vez fue la excepción. Mi mamá viajó a visitarme, así que tuve que quedarme en esta querida Tegucigalpa.
Aproveché la oportunidad para visitar Valle de Angeles nuevamente, y echarle un vistazo a Santa Ana y Ojojona, a donde hace más de 2 años, no regresaba. Me gustó mucho saber que Santa Ana y Ojojona ya tienen nueva carretera, lo cual hace el trayecto mucho más agradable. La visita a estos pueblitos me ha demostrado el potencial artístico y artesanal que existe en Honduras. Es realmente maravilloso, ver tantas nuevas técnicas de trabajar el barro, y a precios practicamente "significativos", en términos comparativos con otros países.
Está de más, decir que en estas visitas, pude darle rienda suelta a los antojos por comidas típicas, o alimentos que en la capital no consumo, especialmente las tortillas recién salidas del fogón, con cuajada fresca. También comí pupusas, tamalitos de cambray, pastelitos de perro (que conste, que sólo se llaman así, ya que están hechos de papa y verduritas...nada de carne de perro), y nuegados de yuca...sólo carbohidratos!!
Ahora de regreso al "mundo cruel", seguimos con el bla, bla, bla político...todavía a esta hora, el señor Porfirio Lobo, del Partido Nacional, no se declara vencido en el proceso eleccionario del pasado 27 de noviembre. Veo más muertos por afiliación política (en el diario de hoy) y no dejo de preocuparme...sólo falta que por ser rojos o azules, nos persigan y maten. Creo que en esto tienen mucha culpa los dirigentes políticos, especialmente los que están de salida, ya que todo este relajo es resultado de su falta de humildad. El pueblo ha votado y ha decidido por un nuevo presidente. Los observadores internacionales y locales han afirmado que el proceso fue limpio, así que es hora de aceptar con la frente en alto, la derrota. Nuestro país necesita que nos enfoquemos en el trabajo, bajo un ambiente de paz y garantía de derechos a todos los niveles (ciudadano y jurídico). La invesrión extranjera no seguirá viniendo, mientras los caprichos de unos pocos, estén por encima del bien colectivo de este pueblo.
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Saludos, seguimos leyendo tu blog