Hace mucho tiempo no sentía el clima tan frío como esta mañana. Tegucigalpa estaba gélida como pocas veces..."este era el clima que teníamos en los años 70", hubiera dicho mi mamá. El día empezó super temprano, debido a que tenía un compromiso con una prima en la Universidad Nacional (UNAH), así que me tocó madrugar y levantarme a las 5:15 am. Hacía mucho tiempo que no visitaba la UNAH, quizás hace un par de años, o tal vez más...hay edificios nuevos, que me imagino, poco o nada contribuyen a la calidad educativa de la Institución...es una pena saber que la Universidad del pueblo se encuentre tan abandonada, y como en el resto de asuntos de la problemática Hondureña, todos y todas somos culpables...la indiferencia nos tiene destrozados.
Me aproximé al edificio administrativo a firmar unos documentos para la graduación de mi prima, y me dió mucho gusto saber que a las 8 en punto, ya estaba en su oficina, el personal responsable de dichas gestiones. Mis sorpresa fue todavía mayor, cuando las señoras que me atendieron, lo hicieron con una sonrisa en su rostro, y mostrando el mayor interés posible. No podía creer que estaba en la UNAH! Definitivamente que me cambió la primera impresión que tuve, aún después de tantos años de haberme ausentado de las aulas...ahora le estoy dando el beneficio de la duda al nuevo rector y las nuevas autoridades o "Comisión de Notables" como le llaman. Ojalá pueda mejorar la educación superior en nuestra Honduras.
Después de una mañana ocupada en la oficina, me fuí a almorzar al famoso "Mall"...ayer no me quedó tiempo para la cocina, por estar preparando el arbolito de navidad, mi pesebre y otras cositas de la casa...ya saben, una de mujer se tiene que partir en dos o en más, para cubrir todo. Bien, la cuestión es que almorcé en el mall, y estaba a reventar. Los aguinaldos todavía no los han pagado, así que probablemente la gente ya está gastando lo que recibirán, y algunos habrán gastado todo eso y más. Se les olvida que viene Enero y que habrá que pagar gastos escolares y volver a la cruda realidad.
Hoy es día del pavo para los gringos, o "thanksgiving day" para los que se las quieren tirar de chicos plásticos. Desde que regresé de USA, siempre he tenido la costumbre de hacer algo especial este día, y generalmente lo traduzco en llamar a alguien querido que viva en ese país, o hacer un alto y dar gracias a Dios por todo lo que tengo, sin merecer nada. Y no significa que el resto de días no lo haga (de hecho, todos los días doy gracias por el nuevo día, mi salud y mi trabajo), pero en este día, comparto con mis hermanos, una buena cena y damos gracias por lo que tenemos. No es nada mucho más especial que la nochebuena, pero me he quedado con esa costumbre, la cual no deja de sorprenderme como Hondureña, debido a que no concibo el que muchas familias en USA no se ven el resto del año, y sólo se reunen y comparten en esta fecha...esa frialdad americana, me es difícil comprenderla. En el fondo no se si sea frialdad o desprendimiento...tal vez es solamente una gran diferencia entre la familia latina y la gringa.
La llamada se la hice a una gran amiga, que reside en New Jersey, desde hace más de 6 años...se fué de turista y se quedó indocumentada. Desde su salida de Honduras, no nos hemos visto. Hoy más que nunca me puse un tanto difícil con ella...le dije en frases sutiles que se regresara, cuando ya no pueda más con las cargas o trabas que se le presenten. La verdad es que la extraño y probablemente mi egoismo de amiga, me ha llevado a insistirle que regrese, a decirle que en Honduras le queremos y extrañamos, a decirle que en este país todavía se puede hacer la lucha (en ese momento sentí mi discurso un poco trillado, cual político con hambre de votos). Fueron 35 minutos que realmente los disfruté. Teníamos tiempo de no conversar largo y tendido. Ella trabaja mucho y nuestras agendas dificilmente coinciden. Así que hoy, ha sido un día especial. Nos alegramos el día con la conversación. Sin embargo, la línea telefónica no oculta el cambio que ha sufrido mi amiga: en su forma de pensar, de sentir, de madurar, de amar, de querer vivir, de soñar, de lograr sus metas. Espero que lo único que no le haya cambiado sea su amor por Honduras, y que algún día, más pronto que tarde, regrese a esta que no ha dejado de ser su tierra.
Comentarios
Es dura la vida del indocumentado en USA, así también en Europa donde ya comienzan a verse este fenómeno, cientos de personas llegan del continente africano a buscar trabajo y mejorar su situación, pero la realidad es un tanto diferente. La situación económica de los países del hemisferio sur es crítica y se incremente año con año. Me parece que la desigualdad social se está globalizando más rápido que el progreso y el desarrollo humano.
Saludos.