Estamos en la recta final del año y desde ya, hay mucha gente realizando sus compras navideñas y de fin de año (las tarjetas de crédito son las mejores amigas estos días) . Para ser sincera, no me había percatado de que en muchos lugares, especialmente comerciales, ya es navidad. Uno de mis compañeros se refiere al "Calendario DIUNSA", para contarnos que en efecto, la navidad ya llegó a Tegucigalpa...bueno, en realidad ya está en muchas partes del mundo.
Dentro de dos meses, la mayoría estaremos realizando la acostumbrada revisión anual sobre logros y metas alcanzadas...la autoevaluación que casi siempre nos lleva a darnos cuenta que pudimos haber logrado más...o rebajado más de peso, o "ganado más billete", etc.. Sea como sea, el fin de año, invita a una renovación de metas, y a veces hasta una reinvención (ya sea física, emocional, social o espiritual). Siempre me pasa....siempre me prometo cambiar algunas cosas y mejorar otras...al final casi siempre, quedo en deuda conmigo misma. Sin embargo, mi mayor consuelo es haber mejorado en algo, o en varios aspectos de mi vida y no estar igual que antes (espero seguir así).
Afortunadamente, formo parte de un grupo de ciudadanos sumamente "privilegiados", de esos que todavía nos atrevemos a soñar en una mejora futura. Aquellos que todavía podemos "darnos el taco" de tener una chamba (que ahora es un símbolo de estatus en nuestra Honduras, por humilde que ésta sea), de contar con techo, agua, electricidad, comida en nuestras mesas, y si vamos subiendo en la escala de valores, contamos además con educación, aceptación, salud, familia, amigos y amigas, gente que nos ama. Todo lo anterior forma parte de las bendiciones que papá Dios nos brinda, cada día, cada instante que vivimos.
Sólo espero que Dios me brinde la gracia necesaria para ser mucho más desprendida, empezando en mi propia familia, darme más, ceder más, comprender mejor la realidad vista desde otros ojos, amar mejor, ser mejor amiga y pareja, ser más humana, apoyar a más gente que lo necesite, ser en resumen, más reflejo de Dios mismo...mi esperanza en este contexto es (por loca o utópica que suene), que no pasen muchos años más para ver cambios sustanciales en esta Honduras, que a veces siento, se nos va de a poquitos, y otras veces "a chorros", de las manos...de estas manos que están llamadas a construír, desde allí donde estamos.
Dentro de dos meses, la mayoría estaremos realizando la acostumbrada revisión anual sobre logros y metas alcanzadas...la autoevaluación que casi siempre nos lleva a darnos cuenta que pudimos haber logrado más...o rebajado más de peso, o "ganado más billete", etc.. Sea como sea, el fin de año, invita a una renovación de metas, y a veces hasta una reinvención (ya sea física, emocional, social o espiritual). Siempre me pasa....siempre me prometo cambiar algunas cosas y mejorar otras...al final casi siempre, quedo en deuda conmigo misma. Sin embargo, mi mayor consuelo es haber mejorado en algo, o en varios aspectos de mi vida y no estar igual que antes (espero seguir así).
Afortunadamente, formo parte de un grupo de ciudadanos sumamente "privilegiados", de esos que todavía nos atrevemos a soñar en una mejora futura. Aquellos que todavía podemos "darnos el taco" de tener una chamba (que ahora es un símbolo de estatus en nuestra Honduras, por humilde que ésta sea), de contar con techo, agua, electricidad, comida en nuestras mesas, y si vamos subiendo en la escala de valores, contamos además con educación, aceptación, salud, familia, amigos y amigas, gente que nos ama. Todo lo anterior forma parte de las bendiciones que papá Dios nos brinda, cada día, cada instante que vivimos.
Sólo espero que Dios me brinde la gracia necesaria para ser mucho más desprendida, empezando en mi propia familia, darme más, ceder más, comprender mejor la realidad vista desde otros ojos, amar mejor, ser mejor amiga y pareja, ser más humana, apoyar a más gente que lo necesite, ser en resumen, más reflejo de Dios mismo...mi esperanza en este contexto es (por loca o utópica que suene), que no pasen muchos años más para ver cambios sustanciales en esta Honduras, que a veces siento, se nos va de a poquitos, y otras veces "a chorros", de las manos...de estas manos que están llamadas a construír, desde allí donde estamos.
Comentarios
Espero pues que logres tus metas y a nos cuentes otras metas para la vida.
Saludos.