
Empezar un nuevo año supone muchos cambios. La mayoría serán resultado del propio esfuerzo; en algunas ocasiones sin embrago, los cambios vienen sin ser buscados o deseados.
Esa fue la particularidad de mi 2007 (que ahora sentada frente a mi laptop, me doy cuenta que ya se terminó)...un año que gracias a Dios viví intensamente, con muchas dificultades, pérdidas, sinsabores, desilusiones, pero también un año lleno de muchas "sorpresas" o "suertes" a las que prefiero llamar bendiciones.
Por lo que más doy gracias es por la salud, por el trabajo honrado y bien ganado, por la familia unida, por el calor de hogar que todavía conservamos a pesar de la pérdida física de mi padre, por los amigos sinceros y que nos quieren bien (a veces demasiado sinceros para decirnos las cosas que debemos cambiar y mejorar). Igualmente doy gracias infinitas por el resto de bendiciones que a veces erróneamente considero derechos ganados: por el alimento, el techo, el abrigo, el agua caliente de la ducha de casa (que a veces da más dolores de cabeza que soluciones)...por mis ojos, por mi cuerpo que todavía muevo, por la voluntad y deseo de hacer las cosas bien (aunque a veces me atrapa la pereza).
Sólo le pido a Dios que el 2008 sea mejor...con dificultades que me permitan valorar y apreciar lo que ya me ha dado, con bendiciones que me dejen llegar a otros y no ser tan indiferente, pero siempre con la mirada puesta en El, sin quien nada podemos, sin quien nada somos.
Esa fue la particularidad de mi 2007 (que ahora sentada frente a mi laptop, me doy cuenta que ya se terminó)...un año que gracias a Dios viví intensamente, con muchas dificultades, pérdidas, sinsabores, desilusiones, pero también un año lleno de muchas "sorpresas" o "suertes" a las que prefiero llamar bendiciones.
Por lo que más doy gracias es por la salud, por el trabajo honrado y bien ganado, por la familia unida, por el calor de hogar que todavía conservamos a pesar de la pérdida física de mi padre, por los amigos sinceros y que nos quieren bien (a veces demasiado sinceros para decirnos las cosas que debemos cambiar y mejorar). Igualmente doy gracias infinitas por el resto de bendiciones que a veces erróneamente considero derechos ganados: por el alimento, el techo, el abrigo, el agua caliente de la ducha de casa (que a veces da más dolores de cabeza que soluciones)...por mis ojos, por mi cuerpo que todavía muevo, por la voluntad y deseo de hacer las cosas bien (aunque a veces me atrapa la pereza).
Sólo le pido a Dios que el 2008 sea mejor...con dificultades que me permitan valorar y apreciar lo que ya me ha dado, con bendiciones que me dejen llegar a otros y no ser tan indiferente, pero siempre con la mirada puesta en El, sin quien nada podemos, sin quien nada somos.
Imagen: Oleo de Alexandre Cabanel - "Fallen Angel"
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