Hago un paréntesis en esta ocasión, ya de regreso en Honduras, para continuar escribiendo un poco sobre la realidad que me rodea...Las fotografías y relatos sobre mi último viaje, tendrán que esperar un poco, ya que desde hace 2 semanas he estado viendo algunas cosas de mi trabajo y lamentablemente, he estado bien afectada de salud, con este problema de bronquios que me molesta de vez en cuando (cada vez que me resfrío, los bronquios se llevan la peor parte).
Al parecer la contaminación de mi querida Tegucigalpa, es realmente grave y los que ya vivimos aquí, nos hemos "ambientado" y acostumbrado a esta calidad de aire que respiramos. Sólo espero que seamos lo suficientemente sensatos para dejar de quemar el bosque y que algún día, las autoridades empiecen a realizar de forma seria y hasta cierto punto científica, la revisión de los vehículos y buses, con el fin de disminuir el grado de contaminación que tenemos (por otro lado, esos buses se han convertido en máquinas asesinas, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros al pasar por alto las revisiones de rutina que deberían hacer a las unidades).
He decidido como "niña caprichosa", no visitar a mi neumólogo, ya que estoy cansada de que siempre me haga las mismas preguntas y me diga lo mismo...para luego cobrarme Lps.600 por consulta y recetarme el bendito inhalador y las ya acostumbradas nebulizaciones. Quizá lo más prudente sea visitar a otro médico. Sólo espero que el nuevo doctor sea realmente ético y me diga como puedo curarme.
A mi regreso de Estados Unidos, traje conmigo a mi abuela materna, quien ya es ciudadana gringa y está muy deteriorada de salud (con casi 82 años, hay que bañarle, cambiarla de ropa y ayudarle a caminar). Ya está por cumplir 3 semanas de estar en Honduras, y gracias a Dios se está acostumbrando a la rutina de aquí. Se ha contratado a una muchacha para que le cuide y atienda, en casa de una de mis tías. Con tíos y primos, estamos tratando de visitarle todos los días, y estar muy pendientes de todo lo que pueda necesitar. Esta tarde la llevaremos por segunda vez al neurólogo, para saber si existen indicios de Parkinson. A pesar de los inconvenientes que se han presentado con la salud de mi abuela, rescato y aprecio lo más importante: una nueva oportunidad para mantener más unida a la familia...quien ha tenido ancianitos enfermos en casa, me comprenderá. Es necesario que cada miembro de la familia se involucre y aporte algún tipo de ayuda (desde tiempo, hasta recursos monetarios, de ser posible). Así que cada domingo me quedo con la abuela, cuidándola, demostrandole cuan importante es para mí. Creo que la vida cambia cuando nos olvidamos de nuestros "yoes", para poder amar y demostrarlo con acciones, especialmente cuando lo hacemos en vida. Al morir, las flores y los llantos, sirven muy poco.
Comentarios
Felicitaciones por tu viaje tambien... y en cuanto a tu abuelita... es como un retorno a la niñez. Hay que tener mucha paciencia. La mía tiene 75 y tiene problemas de arteroesclerosis gracias a Dios mis padres la cuidan, con mucha dedicacion. Sabes que de todos modos y como vos decís es una de las formas mas nobles y mas puras de amor. Amar desprendiendose del yo y pensando en el bienestar de otra persona.
Gracias por visitar y que Dios te bendiga y cuide a vos y a tu abuelita!!
De neumólogos quizá yo te pueda recomendar uno, creo que cobra un poco mas barato. Pero mejor te doy esa información por correo-e, así que me mandas el mensaje tu primero que se me olvido tu dirección.
Saludos.