Mi mirada se perdió en el charco de sangre; el periódico a un lado, y los casquillos de bala alrededor, eran los únicos testigos de esa terrible tragedia a plena luz del día! Las once y pico de la mañana! Las once y pico, y en Las Lomas del Guijarro, en el parqueo de un edificio de oficinas! Si esto pasa en esta zona, pensé, estamos perdidos. Su cuerpo inherte ya había sido recogido y llevado al hospital público, pero pocos hombres resisten 7 balazos en su cuerpo. Murió en el camino, me contaron, era casi imposible que se salvara. Imagino sus últimos momentos, probablemente balbuceando sus ganas de vivir, de seguir luchando por su esposa e hijos. Apenas unas cuantas horas atrás le había saludado y deseado un feliz día del padre! Lo noté serio y muy callado, como pensando en algo importante. Me pregunto si habría pensado en que hoy sería su último día, o tal vez estaba muy agotado por el turno de 24 horas continuas que debía terminar. Le tocaba los lunes!
La única vez que hablamos más del acostumbrado “buenas noches”, fue para escucharlo decir que era católico y me había visto en el 48! Ronald era vigilante y me sorprendió saberle cristiano católico. En su círculo se escuchan noticias y rancheras, partidos de fútbol, pero nada más. Nunca lo hubiera imaginado viendo el canal católico. Creo que lo que realmente me sorprendió fue la alegría con la que admitió ser católico. Prometí comprarle un libro sobre catequesis, pero nunca lo hice…ahora ya es muy tarde!
Al igual que Ronald Sánchez, me imagino que hubo otros tantos que hoy no celebraron el día del padre en Honduras, no sólo por causas naturales, sino por motivos criminales. Hoy recordaba con nostalgia a mi padre, quien ya no está con nosotros. De ahora en adelante, recordaré también a Ronald, cuya sangre derramada no pude ver con indiferencia, como generalmente lo hago, al ver a otros en las primeras planas de los diarios.
Fotografía tomada de elpatriota.hn
Comentarios
Yesenia