Hemos escuchado que la información es poder. Sin embargo, estoy convencida que de igual forma, o mucho más poderosas, son nuestras palabras! Bien dichas o bien puestas, las palabras abren puertas y caminos para lograr cualquier objetivo o proyecto que nos propongamos. En contraste, mal dichas o pronunciadas, con tonos inadecuados, pueden ser la causa de situaciones desastrozas en nuestras relaciones personales.
Quién no ha sufrido por haber hablado de más, o por haber comentado algo en un momento inoportuno, u ofendido o herido a alguien, sin quererlo? La verdad es que las palabras no se las lleva el viento, sino que quedan grabadas en las mentes de nuestros interlocutores, o lectores, y son tan poderosas, que pueden cambiar sentimientos y actitudes. Esta entrada la estoy escribiendo gracias a este video que me encontré accidentalmente, y me ha hecho reflexionar sobre el poder de nuestras palabras:
Como seres humanos, andamos por el mundo, cargando nuestros problemas, pesares, alegrías, miedos, y un sin fin de sentimientos que muchas veces ni nosotros mismos comprendemos. Nos cuesta conocernos, y mucho más darnos a conocer de manera transparente y sincera. Tememos no ser aceptados por ser quien realmente somos! Y en este proceso de conocimiento mutuo, la comunicación es fundamental. Las palabras son imprescindibles!
En lo personal, me encanta platicar con la gente, pero he llegado a la conclusión que es muy importante saber escuchar, tener paciencia y caridad para escuchar. Sólo así podré evitar malos entendidos y dejar de herir a quienes más amo. Sólo así podré articular palabras capaces de levantar ánimos caídos, y cambiar llantos por sonrisas.
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