Querida L:
Hoy me escribes contándome todo lo que te preocupa, y te veo en el chat y me siento la persona más afortunada, porque se que también puedo compartir mis cosas contigo, mis miedos y alegrías, y ser yo sin máscaras de ningún tipo. Esa capacidad de leernos mutuamente sin hablar mucho, no se encuentra todos los días; es difícil de explicarla a quienes nunca han tenido este tipo de conexión emocional.
Y no es cuestión de años el grado confianza que hemos sabido entregarnos mutuamente. Se trata más de haber pasado por lo mismo, de sufrir inclusive en proporciones similares, de soñar los mismos ideales y cantar las mismas canciones!
Cómo es posible que esto suceda en este mundo tan grande? Quiero creer que es un regalo de Dios! El nos ha permitido encontrarnos en el camino! Y a pesar de la distancia que nos separa, el sentirnos cerca es inclusive una bendición más grande!
Sí, yo se que puedo contar contigo, que puedes ser mi confidente si lo necesito.
Es solamente otro de esos días malos en medio de la rutina que nos carcome.
¿Me pregunto si vale la pena seguir con lo que me ocupa diariamente? Y tú callas, escuchas, y simplemente respondes: Todo estará bien!
Fotografía de Irina Orellana, Parque El Retiro, Madrid, España.
Comentarios