
Señor Jesús:
Tú eres mi camino, la razón de mi existir,
de Tí vengo y hacia Tí voy.
No permitas que me aparte de Tí,
no pases de largo mi Señor, pues por Tí y en Tí espero.
Sólo Tú Señor puedes ser el centro de mi existir...
Sólo Tú haces nuevas todas las cosas;
que mejor ejemplo que el de mi vida.
Gracias por este día mi buen Jesús,
porque me has permitido una vez más
experimentar tu misericordia infinita,
la gracia de tu Espíritu, y tu amor incondicional.
Gracias porque no te cansas y me ayudas a levantarme nuevamente;
me permites volver a empezar.
Tú conoces mis miserias y debilidades,
mis proyectos y más preciados sueños, están en tus manos; tómalos mi Señor, te pertenecen.
Ahora más que nunca, fortalece mi fe y mi caminar,
Tú Señor de señores, sólo Tú eres la roca en quien puedo descansar.
Amén.
Imagen: "Angeles" de Rafael.
Comentarios