Ayer estuve por primera vez en un teatro de Broadway y realmente tenía muchas expectativas con respecto al show que estábamos a punto de presenciar. Venir a esta ciudad y no asistir al teatro es un pecado mortal. Recordé tristemente como perdí la oportunidad de ver “Los Miserables” en 1993 cuando todavía era estudiante universitaria, simple y sencillamente porque no tenía la plata para comprar el boleto. Afortunadamente ahora tengo mi trabajo para costarme este tipo de “gustitos”, como dice mi mamá. En esta segunda visita a Nueva York, vine con algo de dinero y estaba dispuesta a gastarlo inteligentemente, en actividades que alimentan el alma y la mente. Sin embargo, Lis me invitó a ver “La Bella y la Bestia” y que cosa mejor. Me mostré sumamente agradecida y entusiasmada. La fila era inmensa; nunca imaginé que las presentaciones de matiné se llenaran tanto. El teatro Lunt-Fontanne estaba completamente abarrotado. No era para menos, los 9 premios Tony que han sido otorgados a la obra, más los reconocimientos que han obtenido en otros países como ser Canadá, España, Inglaterra, Australia, Brasil y Japón, constituyen la mejor carta de presentación para cualquier amante del teatro. Más de 24 millones de personas alrededor del mundo la han visto, desde sus inicios en 1994 hasta la fecha. Sólo en Broadway ha sido presenciada por más de 6 millones de personas.
Por un momento pensé que por tratarse de una obra basada en la película de Disney, y por ende dirigida principalmente al público infantil, no me llenaría mucho...error garrafal el de subestimar a la niña que llevo dentro. Iniciamos puntualmente y a lo largo de los dos actos con casi 2 horas de duración en total, la experiencia fue espectacular, exquisita, perfecta. La actuación (hablada, cantada, bailada), la orquesta sinfónica, la música, el maquillaje, los efectos especiales, las luces, los montajes, la utilería, el vestuario, etc., todo de manera integral fue increíble! Cada centavo pagado valió la pena. Las emociones, los recuerdos, las risas y el llanto de emoción, esas se vienen conmigo, me las llevo dentro, perdurarán por muchos años (eso espero) y lo mejor de todo, es que no tienen precio!
Por un momento pensé que por tratarse de una obra basada en la película de Disney, y por ende dirigida principalmente al público infantil, no me llenaría mucho...error garrafal el de subestimar a la niña que llevo dentro. Iniciamos puntualmente y a lo largo de los dos actos con casi 2 horas de duración en total, la experiencia fue espectacular, exquisita, perfecta. La actuación (hablada, cantada, bailada), la orquesta sinfónica, la música, el maquillaje, los efectos especiales, las luces, los montajes, la utilería, el vestuario, etc., todo de manera integral fue increíble! Cada centavo pagado valió la pena. Las emociones, los recuerdos, las risas y el llanto de emoción, esas se vienen conmigo, me las llevo dentro, perdurarán por muchos años (eso espero) y lo mejor de todo, es que no tienen precio!
Comentarios
Lastima que te perdiste los Miserables!!!.
Saludos y síguela pasando bien en Gringolandia!
Me alegro que te des esos "gustazos" que muchos de nosotros no podemos darnos...
Saludos